La publicación del informe de sostenibilidad de su empresa crea una ventaja competitiva y ofrece también considerables beneficios financieros. En todos los sectores, las empresas se enfrentan al reto de demostrar que no están lavando la cara al medio ambiente y que cumplen con la nueva normativa.

Ha visto informes de sostenibilidad corporativa y ha oído hablar de planes de reducción y emisiones de carbono, pero ¿sabía que existe un marco global para resumir todo lo positivo de su empresa? Sirve para empresas de cualquier tamaño, y es equivalente a una certificación ISO si se enfoca correctamente.

Desde 2004, ESG (medio ambiente, social, gobernanza) se ha convertido en la norma principal, lo que permite a las empresas informar con arreglo a diversos marcos aplicables, como el GRI del Global Reporting Institute. En resumen, ESG trata de informes no financieros, pero los resultados encajan en su informe anual, sin importar si la suya es una pequeña pyme o una gran corporación.

Al ofrecer su informe de sostenibilidad según una norma reconocida, los beneficios se vuelven significativos, con un enorme atractivo para cualquier director financiero, director de RRHH, responsable de salud y seguridad, y más allá. Al fin y al cabo, cuando va acompañada de una calificación ESG formal -similar a una calificación financiera, pero para la sostenibilidad-, el contable de las Cuatro Grandes informa de una reducción del 10% en los préstamos y de una gran mejora en el acceso al “capital verde” y a la inversión de capital ángel/de riesgo.

  • 10% menos de costos de endeudamiento
  • Adquisición y retención de talento
  • Mejora de la aprobación de ofertas
  • Mejor captación de clientes
  • Márgenes de beneficio un 30% superiores
  • Menores primas de seguros

En cuanto a los aspectos financieros, Accenture señala que las empresas con una calificación ESG generan un 28% más de ingresos, mayores ingresos netos y un 30% más de márgenes de beneficio. Por otra parte, McKinsey y otros informan de que los consumidores están dispuestos a pagar hasta un 10% más por marcas reconocidas como sostenibles.

Si los beneficios económicos no han llamado su atención, está el imperativo normativo. Nuevas normativas sobre el lavado verde nos afectarán tarde o temprano a todos e incluso las empresas más pequeñas tendrán que rendir cuentas.

Empezar no es difícil. Su informe ESG consiste en una serie de cuestionarios sobre temas relevantes, determinados por una encuesta formal denominada Evaluación de Materialidad. Con datos de calidad, le guiarán a través de muchas preguntas -entre 200 y 800- sobre todos los aspectos clave de su empresa, hasta cómo mide su cadena de suministro desde el punto de vista de la ética y el impacto medioambiental.

Por último, está el componente de información sobre emisiones de carbono. Las mediciones son fundamentales para elaborar una declaración válida de Red Cero y, por supuesto, para obtener la certificación de neutralidad de carbono. Es complejo y, para la mayoría de las empresas, imposible de completar con precisión utilizando recursos internos. Es aquí donde el impacto de su cadena de suministro tiene una enorme repercusión, ya que sus proveedores representan más del 80% de sus emisiones.