Cada inicio de año trae consigo una lista de desafíos y 2024, en ese sentido, no va a ser diferente. La realidad es que la inflación suele impactar directamente en la rentabilidad y viabilidad de las empresas. En este sentido, como consultores expertos en la optimización de gastos y gestión de proveedores, destacamos la importancia de adoptar enfoques proactivos como la propia optimización de costos, una cadena de suministro gestionada de manera eficiente y una rápida e inteligente adaptación a las dinámicas cambiantes del mercado.

Con la cuesta de enero acechando y la persistente sombra de la inflación y la crisis financiera, hemos destacado cuatro efectos de la inflación en las empresas y planteamos cómo ponerle solución:

  • Aumento de los precios: los consumidores se enfrentan a precios más altos de productos cotidianos, como alimentos y combustible, mientras que los empresarios experimentan un alza en los precios de las materias primas, la mano de obra y prácticamente todos los elementos necesarios para operar un negocio. Este aumento de los costos está teniendo un impacto negativo en los resultados de numerosas empresas, especialmente aquellas que ya contaban con márgenes de beneficio muy ajustados. En respuesta a esta situación, las empresas se ven obligadas a buscar formas de compensar estos incrementos y la primera reacción suele ser la de elevar los precios.
  • Interrupciones en la cadena de suministro: debido a la volatilidad de los precios, la escasez de mano de obra y otras perturbaciones económicas, es común que se produzcan demoras y complicaciones en la cadena de suministro como resultado de la inflación. Obtener los productos o materias primas necesarios para el funcionamiento fluido puede volverse un desafío, generando retrasos también para los clientes. Para mitigar estos riesgos, es importante tener una visión clara de los proveedores y de los mercados en los que se opera, así como estar al tanto de los cambios y tendencias.
  • Menor gasto de los consumidores: con la presencia de la inflación, los consumidores experimentan una reducción en su poder adquisitivo, lo que se traduce en un menor gasto. Aunque algunas empresas puedan considerarse resistentes a las recesiones, la mayoría se ve afectada cuando disminuye el gasto general de los consumidores. Atraer a nuevos clientes puede volverse más difícil y la base de clientes existente tiende a gastar menos en cada visita. Por ello, centrarse en la retención de estos es fundamental. Los fieles a la marca, suelen ser vitales para que una empresa sobreviva.
  • Beneficios para los poseedores de deuda: una complicación interesante de la inflación es que los titulares de deudas a veces se benefician. Cuando se adeuda una cantidad fija de dinero a otra persona o entidad y el valor del dinero disminuye, la deuda en términos reales se reduce, otorgando una ventaja financiera limitada al deudor. Sin embargo, es importante gestionar la deuda con precaución ya que los períodos inflacionistas son una excelente oportunidad para aprovechar el apalancamiento financiero.

Las empresas que adopten enfoques para mitigar el impacto de los precios, gestionen de forma eficiente la cadena de suministro, se adapten a las dinámicas cambiantes del mercado, se centren en la retención de clientes y administren la deuda con cuidado, estarán mejor posicionadas para superar los desafíos y prosperar en un entorno económico en constante cambio. Podemos ayudar a su empresa a superar estos retos, contáctenos sin compromiso para saber más.